viernes, 24 de enero de 2014

LA MACANILLA

La Macanilla, un regalo de Apure en verano, el calor apremia y los festivos apureños no cuentan con una playa cerca para disfrutarla, así que aprovenchando la generosidad de la sabana tropical, todos asisten a La Macanilla, uno de los balnearios más famosos de la tierra de Doña Bárbara. Apure, icono del verdadero llano venezolano, si que es generoso. En invierno es una inmensidad de verdes, con un ganado gordo y feliz; con los cauces de aguas, rebosantes y musicales que inundan la vista porque sin duda, hacia donde se mire, se  encuentra  agua  y  más agua.  En verano, cuando  el  verde  hace metamorfosis a marrón, el calor se mete dentro de la piel, el ganado anda a paso lento como queriendo no alterarse mucho para no despertar la furia inclemente de la tierra, el agua se hace menos abundante pero le regala a propios y foráneos, uno de los más fuertes atractivos de esta región, sus versátiles balnearios.
La Macanilla, en el río Capanaparo -que durante el invierno es navegable y más de uno se dedica a la alegría de la pesca- es uno de los balnearios más concurridos en las temporadas que se comprenden de noviembre a marzo.
El Capanaparo se retrae, dejando bancos de arena en uno de sus extremos, convirtiéndola en una orilla, inexistente fuera de estas fechas. Con una playa dulce cerca de San Fernando de Apure -aproximadamente a dos horas, en el municipio Pedro Camejo, en la Ruta de Gallegos- los locales se enrumban a la población indígena de La Macanilla donde comidas típicas del llano, artesanía, los artículos más variados como trajes
el mayor atractivo es el playón, pero donde se encuentran innumerables ventas de de baños, toallas, sombreros, sombrillas y más, además de que aunque de una forma sencilla, sé ofrece hospedaje cómodo y atención esmerada.

En verano, La Macanilla luce llena de personas
La mayoría en familia y con muchas ganas de pasarla bien. Bajo toldos o el sol  intenso, las personas se acomodan con todos sus artículos para pasar todo el día -igual que en una playa- y la fiesta no se hace esperar.
Los apureños de todas las ciudades de la
Región, pueden llegar ahora más fácilmente ya que hace unos meses fue inaugurado el puente sobre el río Capanaparo lo que permite que los vehículos puedan

Pasar con normalidad, las chalanas para los carros -aunque míticas y con encanto- ahora no son necesarias.

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